Artrosis, ¿te suena verdad?
En todos estos años de profesión me he encontrado mucha gente diagnosticada y condenada por la artrosis simplemente porque supera una cierta edad y presenta dolor.
Así que si tienes más de 50 años, tienes dolor y deciden hacerte una radiografía lo más seguro es que te digan que tienes artrosis.
¿Pero esto es así?
Cuando yo veo radiografías que muchos clientes me traen, no es la artrosis lo que más le duele sino es la frustración emocional que presentan porque le han hecho creer que esto ya no tiene cura y que la artrosis no se quita.
Yo también he colaborado en ello mucho en esta creencia popular durante mis primeros años de profesión.
¡Ojo!, no estoy prometiéndote que una verdadera artrosis vaya a curarse, no, pero sí te testoy diciendo que no todos los diagnósticos de artrosis son artrosis como tal y que la artrosis no es siempre la causante del dolor que presenta el paciente.
Por otra parte no hay que entender la artrosis como un problema mecánico que aparece de un día para otro, todo lo contrario, el proceso artrósico viene provocado también por un proceso metabólico por lo que la alimentación de la persona es fundamental para prevenir y también para solucionar, en la medida de lo posible, las lesiones artrósicas.
Vamos al grano:
- Que no te diagnostiquen a la ligera que tu problema viene provocado porque tienes artrosis. No te lo creas de entrada porque esto ya te supone una resignación de que ya no tienes solución sólo porque ya tienes “cierta” edad.
- Contrasta por lo menos dos opiniones médicas para ver si coinciden o no.
- Acude a un buen centro de Fisioterapia para que un profesional Fisioterapeuta te evalúe a nivel biomecánico y funcional y así puedas obtener una información más detallada de cómo está tu musculatura, ligamentos, tendones.
Después de estos primeros pasos ya podrás corroborar con más criterio si tu problema es artrósico o de otra índole.
Por tanto, primer mensaje que quiero dejarte claro es que la Artrosis sí se puede mejorar siempre que se tomen las medidas adecuadas en cada caso particular porque la artrosis en unos casos vendrá provocada más por unas causas que por otras, por tanto, los tratamientos serán distintos.
El tratamiento habitual de la artrosis a nivel médico son AINES, analgésicos y relajantes, sin embargo, esto no soluciona nada, sólo “enmascara” los síntomas.
Como bien explica Ana Mª Lajusticia en su libro La Respuesta está en el colágeno, uno de los motivos principales de la aparición de artrosis es la falta de ingesta de colágeno en las comidas y la escasez de los suelos de cultivo de magnesio por el sistema de abonado actual, lo que también causa que los alimentos tengan poco magnesio.
Oímos constantemente que hay que tomar Calcio para los huesos aunque te puedo asegurar que éste no es el problema. El Calcio está de sobra presente en la alimentación aunque muchas veces el problema de verdad no es que ingiramos poco Calcio, sino más bien que no somos capaces de absorberlo.
El exceso de calcio favorece que se formen cálculos en el riñón y también calcificaciones en tendones y ligamentos.
Para que el calcio se fije en los huesos es necesario colágeno y vitamina D.
Por tanto para reparar el tejido desgastado debemos aportar a través de la alimentación los nutrientes necesarios que favorecen la reparación de dicho tejido, así pues tendríamos que tomar:
- Colágeno (proteína más abundante del cuerpo)
- Magnesio.
- Vitamina D.
¿Sabes cuales son los síntomas que provoca una falta de Magnesio?
- Ansiedad
- Desasosiego
- Sensación de que la cabeza no responde a los datos que le pedimos.
- Pérdida de reflejos.
- Contracturas musculares frecuentes.
- Calambres musculares.
- Rigidez y dureza de la nuca.
- Dificultad para respirar.
- Arritmias cardíacas, taquicardias, extrasístoles.
- Encías sangrantes.
- Piel envejecida y uñas y cabellos frágiles.
- Cansancio inexplicable.
- Tics.
A nivel mecánico es necesario no centrarse sólo en la articulación que presente artrosis, sino tratar a la persona globalmente en cadena, sobre todo para equilibrar y desbloquear aquellas zonas y tejidos que tengan menos movilidad y hayan favorecido que la articulación haya sufrido más de la cuenta apareciendo la artrosis.
Si por ejemplo alguien presenta artrosis en una rodilla o cadera, desde nuestro punto de vista, habrá que equilibrar primero con técnicas de Fisioterapia y Osteopatía la pelvis intentando corregir la falsa pierna corta que se pueda producir, liberar los bloqueos de la columna sobre todo a nivel del sacro y charnelas (zonas de la espalda de cambio de curva), también tratar los bloqueos craneales y valorar si hay algún problema visceral.
A nivel ya más local se realizarán movilizaciones para recuperar y mantener la movilidad de la articulación y también ejercicios de estiramientos analíticos musculares.
Por último, se aplicarán ejercicios de potenciación de la musculatura debilitada o atrofiada.